Es frecuente la preocupación ciudadana por que los medios públicos de comunicación sean estatales pero no gubernamentales, que los gobiernos de turno tengan poca o nula incidencia en las opiniones que en el medio se expresen y que la mayor cantidad de sectores puedan hacer escuchar su voz a través de un medio que sostiene la sociedad en su conjunto. Lo cierto es que los medios públicos argentinos no tienen, desde su creación a mediados del siglo pasado, reglas claras para su funcionamiento. Para subsanar esto, hay quienes proponen involucrar a la sociedad civil en el control de los medios del Estado, como forma de establecer institucionalmente una garantía de independencia editorial.
A partir de su trabajo en LT 14 Radio General Urquiza de Paraná, Entre Ríos, una de las pocas emisoras estatales-comerciales del interior del país sobrevivientes a las privatizaciones de los 90, el autor nos propone reflexionar sobre esta posibilidad con base en una investigación realizada en su ciudad. Y nos advierte que pensar el Estado, la sociedad civil, la libertad de expresión y los medios del Estado en una propuesta de tales características puede llevarnos a dilemas aún por discutir: ¿Cómo “separar” el Estado del “gobierno”? ¿Se soluciona la cuestión incorporando a la sociedad civil? ¿Cuál es la forma de incorporarla? ¿Qué potencial dinamizador de la actividad del Estado tiene la sociedad civil? ¿Atesora ésta la reserva de transparencia que al Estado le estaría haciendo falta? Pero, además, con autores como Deleuze, Foucault, Baudrillard, hace su propia propuesta de reflexión. De pensar y discutir cuál es la lógica subyacente al Estado y cuál la de la sociedad civil. En qué difieren y en qué comparten intereses. Cómo hacer que puedan potenciarse mutuamente en un proyecto de mejoramiento de los medios del Estado que rompa con las dicotomías conservadoras del statu quo político, social y cultural. Un tema apasionante. Y un debate que se viene.
